29 sept 2015

EMOCIÓN,EMOCIÓN,EMOCIÓN: IM KILÓMETRO 0

Esta entrada no es como las que suelo escribir después de una prueba de gran calibre a nivel deportivo como es un Ironman, no me sale. Lo vivido en el kilómetro 0 ha sido muy fuerte a nivel emocional. Si Embrun fue el Ironman que resumiría como el DESAFIO, el Kilómetro 0 lo definiría como EMOCIÓN.



Solo desde el punto de vista deportivo describir que ha sido un IM diferente, ¿Cuál no lo es?. Pero este sí lo era por diferentes motivos: su cercanía a Embrun, por su perfil y dureza y por estar al final de temporada, un poquito de cada cosa le hacía “especial” deportivamente hablando. Aun así nos embarcamos en el proyecto, porque si, este proyecto kilómetro 0 fue creciendo poco a poco a medida que también veía cómo iba creciendo la propia prueba deportiva gracias a la ilusión y tesón de Felipe: grande!, sí señor. Seco en palabras pero siempre estando cuando hay que estar. Un beso fuerte y enhorabuena por haber conseguido (junto a Annapurna y los que han creído en este proyecto) una prueba de gran altura que llegue al corazón del deportista y no a su bolsillo. Difícil de conseguir en este boom “ironmanesco” y “triatletico” que estamos viviendo.

En cuanto a la prueba, la natación se hizo larga (solo hay que ver los tiempos). El segmento ciclista fue increíble para los que pedaleamos por esos puertos, poder disfrutar de ellos sin coches es una gozada. Y en cuanto a la maratón, esta vez más cerquita del 3:30 que no termina de caer (me cachis!!!), al final 3:33h. Con un tiempo total de 11:36 y 5º fémina.

Pero sin duda lo que me lleva a escribir sobre este IM es la Emoción. EMOCIÓN por correr en casa animada por todos vosotros, por correr en un barrio que me vio crecer, que me llena la cabeza y el corazón de muy buenos momentos, que me acerca a una de las personas que más he querido y podré querer, porque es a ella a la que muchas entradas a meta y logros que he ido conseguido a lo largo de la vida han ido dedicados y por todo eso me emocioné al ver esa meta maravillosa plagadita de gente. Sin duda Madrid tiene algo “especial”.


Lo vivido el domingo no puede expresarse en una entrada, yo al menos no puedo por eso solo quiero dedicaros la entrada a vosotros y a él, que es mi leal compañero: Dudu, estés donde estés.

A todos los que faltáis pero que estuvisteis de mil formas, solo daros las gracias por haberme hecho tan felizJ.