El Triatlón de Pálmaces se acerca y como es habitual las pequeñas excursiones a esta localidad hacen de la preparación de este triatlón una delicia.
La verdad es que una de las cosas mas positivas de preparar una prueba es el entrenamiento que lleva detrás y si es en compañía mejor.
El poder compartir un entreno con compañeras y sufridoras de este deporte es un suerte y la verdad es que nos lo pasamos muy bien.
El tiempo no acompañó en nada pero aun así conseguimos sacar muy buen entreno. Las protagonistas: Esther, María Barriopedro y servidora.
Esther es una de las mas longevas en este triatlón, yo creo que si contamos las veces que allí va a entrenar y competir, lleva mas ediciones que el bar de Ramón. Este año estoy segura que hará una buena carrera y espero poderla ver en meta con una jarrita de cerveza. Ya sabes que me quito el sombrero ante tu tesón, entrenar siendo madre de 2 adolescentes y seguir año tras año tiene mucho mucho merito.
María disputara su 4º Pálmaces y como cada año pasito a pasito va mejorando, si vas así con frío y el calor es tu medio, no quiero ni pensar como vas a ir el día del tri.
La verdad es que entrenar en Pálmaces es un placer aunque el tiempo ayer nos hizo recordar el otoño más que el verano. Al menos el agua estaba calentita y calmada y solo los peces nos hicieron compañía, fue una gozada de natación. En la bici el aire desapareció y sino llegar a ser por el fresquito que hacia hubiera sido 10 de 10. Ya al llegar de nuevo al pueblo las nubes que iban con nosotras decidieron darnos una buena ducha. Eso si, conseguimos sacar el entreno y en circunstancias así creo que cuenta doble.
Bueno chicas a ver si os animáis a otro entreno de estos que ha estado la mar de bien. Ahora a descansar y nos vemos con los dorsales puestos!!!
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