La verdad es que este
año ha sido un poco atípico. Demasiados frentes abiertos para solo estar
centrada en este deporte. Las expectativas a comienzos del año 2013 fueron muy
ambiciosas, el recorrido del año pasado me animaba a ilusionarme por grandes
retos en esta nueva temporada y así comenzamos.
En Enero ya teníamos el dorsal colgado, empezando la
temporada antes que nunca. Aunque el
objetivo estaba claro: Ironman Lanzarote 2013.
Pero como a veces pasa
en la vida las planificaciones se van al
traste y este año me ha pasado en varios momentos, aunque si bien es cierto
por motivos “casi” todos ellos positivos y elegidos.
El primer cambio fue elegido y positivo: el IM Lanzarote 2013 quedaba en un segundo
plano y tuve que abandonar la idea de participar en marzo.
El que se ha metido en este tipo de pruebas sabe que hay que
ir con el cuerpo muy bien entrenado y la cabeza muy muy centrada en la prueba. La
vida laboral es algo que está por delante de esta pasión deportiva y el ritmo
que me impuesto este año no ha dejado mucho espacio para grandes retos, así que
tras unos días de reflexión y de “depre ironwoman” me despedí de una de las
pruebas que más cariño me traen a la memoria (y que algún día repetiré de
nuevo…).
Este cambio me hizo rehacer el calendario y una de las que apareció
fue El Triatlón Taymory-Canet,
una prueba muy bien organizada y que sin duda repetiré.
Después vinieron los triatlones de casa: Pálmaces, Pareja y Guadalajara.
Sin duda un triplete que me han hecho disfrutar de este deporte y sentir lo que
se siente cuando uno juega en casa.
Para terminar la temporada surgió de nuevo la ilusión de hacer un IM gracias al
Iberman. Sin duda era una buena ambición así que a mediados de Junio me
centré y decidí prepararla a conciencia. Todo estaba controlado: entrenos
hechos, cero lesiones y muchas ganas de participar pero de nuevo: zas! un cambio
de última hora está vez nada positivo y deseado.
Problemas de salud me dejaron sin llegar a tomar la salida.
La verdad es que fue un palo pero la salud no la tenemos garantizada siempre (aunque
a veces se nos olvida este bien tan preciado).
A pesar de la impotencia y rabia del momento, firmo porque
todos mis problemas sean estos. Eso si doy por cerrada y concluida la
temporada de triatlón.
De hecho para la
próxima temporada tenemos interesantes retos y nuevos cambios lo que
sin duda animan a una a levantarse y seguir con más fuerza haciendo una de las cosas que más me gustan: Triatlón!
Aprovecha y disfruta todo lo que puedas de tu deporte favorito ahora que eres joven que, unido a tu experiencia, aún te quedan muchos pódium por disfrutar.
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