Hace ya un par de años una lesión de pubis me dejo más de tres meses sin montar en bici, la etiología de la misma no fue otra cosa que el sillín de la bici. Ese fue el motivo de empezar a conocer y sobretodo a entender de primera mano la necesidad de estar “bien colocada” en la bici.
Este año empezaba con una cabra “prestada “así que lo primero
que hice fue ponerme en manos de un biomecánico para poder entrenar todo lo que
debiera sin peligrar en lesiones múltiples. A veces es fácil caer en la moda de
posturas muy radicales, súper aerodinámicas que consiguen que cuando uno baje a
correr parezca más a “Chiquito de la Calzada” que a un corredor. Creo que lo
importante es que uno vaya colocado de acuerdo a su fisionomía y a la postura más
idónea para poder pedalear de una forma eficaz y económica.
Aquí os dejo un poco resumido de lo que va el estudio
biomecánico, no creo que destacar las bondades del mismo sea objeto de esta
entrada ya que son más que conocidas.
Comienzan con un Análisis
Visual previo y entrevista personal, en donde te colocan tu bici en un
rodillo computerizado para ver como pedaleas y así poder darse cuenta si hay
algún problema fácilmente de percibir visualmente en tu forma de pedalear; después
viene el Análisis en la camilla, para poder estudiar: amplitud articular,
flexibilidad, características morfológicas del pie...etc. Posterior a esto, te colocan las calas de las zapatillas, en función de la rotación de
tu tobillo, y si es necesario te colocan unas cuñas (yo por ejemplo llevo en ambos pies) y después el último punto es el Estudio en bici, en donde te ajustan realmente la bici a tí,
teniendo en cuenta todos los datos que te han ido recogiendo a lo largo del estudio.
El estudio biomecánico lo hice con www.custo4.us y a ellos y especialmente a
Isidro Contreras le debo el ir más cómoda en la bici que en el sofá de casa. Creo
que por ese motivo paso más tiempo en ella que en casa.
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